El objetivo primordial de nuestro trabajo es conseguir escuchar y entender qué está pasando, qué necesidades tiene el paciente y qué le hace sufrir.

Las personas pueden estar sintiendo tristeza, vacío, inferioridad, angustia, pérdidas afectivas, problemas de autoestima, problemas para poder regular sus emociones, desilusión, e incluso síntomas físicos que no son de causa orgánica…

Desde nuestro modelo de intervención psicoterapéutico sistémico con orientación dinámica, entendemos que los síntomas y los comportamientos son la expresión de un sufrimiento.

Con el trabajo terapéutico se pretende aliviar los síntomas, aminorar el sufrimiento y favorecer los cambios que nos permitan lograr un bienestar físico, psicológico y emocional.

Ofrecemos un espacio para que las personas puedan conocerse mejor, crecer como personas y poder hacerse cargo de lo que les ocurre, entendiendo en qué medida pueden estar participando de lo que les atasca emocionalmente y les hace sufrir.

Un espacio para poder aprender como sostenerse en los vínculos con las otras personas sin depender de ellas.
Donde se pueda transformar en palabras lo que les hace sufrir, con absoluta confidencialidad, en un espacio profesional y seguro.

El trabajo con adolescentes tiene en cuenta que es una etapa de grandes cambios y confusión, donde los comportamientos nos cuentan que algo quiere mostrarnos, donde los síntomas son muchas veces una forma de comunicar un sufrimiento interno que no sabe ser expresado.

La persona adolescente está en búsqueda de su identidad y es habitual que aparezcan síntomas como la oposición a la autoridad, la angustia, los comportamientos de riesgo, la falta de concentración y los conflictos que le rodean.

Las familias cuentan muchas veces con recursos propios para hacer frente a esta etapa, pero en ocasiones es necesario poder tener un asesoramiento profesional. Un espacio para poder entender lo que les ocurre y buscar soluciones juntos, para pensar antes de actuar, para poder conocerse mejor y crecer, para poder separarse sin hacerse daño. Para poder convertirse en una persona creativa y autónoma.